miércoles, 21 de abril de 2010

Documentando grises se aclara




Domingo de lluvia en Montevideo. 
El agua sana y cultiva la calma.
El sonido de los pájaros pronostica buena cara.
Los aventureros caminantes
se identifican con el vibrar de la naturaleza.
El vino del hombre se quiere pronunciar. 
Parece ser que un rayo lo empujó hacia abajo
y lo dejó allí parado.
El ojo sensible todo lo capta. 
Una humilde demostración prende el motor de la motivación.

3 comentarios:

  1. Ay, la lluvia, inspiradora lluvia.
    (y motivadora, claro).

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  2. Opa.
    Recién reparo en el título.
    Genial. Tendría que usarlo, ya que de motivaciones hablamos, para generar algún texto.

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  3. ADELANTE! Todo tuyo! Me gusta que otros utilicen mis textos como fuente de inspiración, después leerlo y darme cuenta que hermosa es la existencia, como nos hace a todos diferentes y eso hace vibrar día a día la magia de la vida, el misterio del que será.

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